Los cálculos en la vejiga son formaciones minerales que se desarrollan en la vejiga. Estas formaciones minerales pueden ser causadas por una variedad de factores que incluyen la dieta, la genética y las infecciones del tracto urinario. El tiempo que tardan en formarse los cálculos en la vejiga puede variar según la dieta del gato y otros factores. Algunos gatos pueden desarrollar cálculos en la vejiga en unas pocas semanas o meses, mientras que otros pueden tardar años.
Los signos más comunes de cálculos en la vejiga en los gatos son sangre en la orina (llamada hematuria) y esfuerzo para orinar (llamada disuria). La hematuria es causada por el roce de los cálculos contra la pared de la vejiga, lo que irrita y daña los tejidos. La disuria es causada por las piedras que obstruyen la uretra, lo que dificulta que tu gato orine. Los cálculos pequeños pueden fluir con la orina hacia la uretra estrecha, donde se alojan y causan una obstrucción. Este problema se presenta con más frecuencia en los gatos machos, debido a que su uretra es mucho más larga y estrecha que la de las gatas. Si se produce una obstrucción, la vejiga no se puede vaciar por completo. Esta condición es una emergencia y es muy dolorosa, especialmente cuando no se trata.
El diagnóstico de cálculos en la vejiga generalmente se realiza a través de radiografías y un examen microscópico de orina. Las radiografías pueden ayudar a identificar el tamaño y la ubicación de los cálculos, mientras que un examen microscópico de la orina puede ayudar a identificar cualquier infección subyacente o cristales que puedan estar contribuyendo a la formación de cálculos. Las opciones de tratamiento incluyen cirugía o una dieta especial que puede ayudar a disolver los cálculos. La cirugía puede ser necesaria si su gato tiene un cálculo grande o si hay una obstrucción completa de la uretra. Una dieta especial baja en minerales que pueden contribuir a la formación de cálculos puede ayudar a disolver los cálculos pequeños y evitar que se formen nuevos.